sábado, 16 de mayo de 2009

Residuo

El desierto. Hacía un calor infernal, y el caminaba por el infierno.
Enjuto, de carnes secas pero duras, de nudillos tallados en madera, afilados, poderoso. Un golpe suyo podía saltarte todos los dientes de un lado de la boca.
No tenía pensamientos. No tenía anhelos. Sólo uno.
Matar. Solo le quedaba la venganza, y de hecho apenas comía o bebía. Se alimentaba de su odio, y su odio le había secado la carne sobre los huesos, los había convertido en astillas que se deslizaban unas sobre otras. Cuando tenía hambre, las pocas veces que necesitaba comer, buscaba lo primero que encontrara, como una serpiente cornuda, y le machacaba el cráneo con los nudillos. Y devoraba su cuerpo crudo.
Sólo le movía la venganza.

3 comentarios:

  1. espero que continue, tienes que explicar la venganza, el motivo no ess necesario, me parece un buen comienzo jejeje

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  2. bueno, realemente no tiene demasiada explicacion xD este es de esos...que es solamente un ejercicio de escritura, sin mucho sentido
    aunque ahora me da pena xDD puede que lo continue algun dia...
    me alegro de que te guste :)

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  3. ya sabes podrias ir haciendo copias de seguridad (nunca se sabe cuando fallara internet) y mas tarde si te sientes capaz sigues las historias

    realmente te recomiendo las copias

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