jueves, 23 de abril de 2009

Mañana de abril

Fue una mañana de abril. Él no quería compartir sus recuerdos, y miró el madero de la mesa.
Madero. Mesa.
¿Queda el espíritu del árbol en esa mesa, en esos pedazos de madera? Quizás le podrían preguntar, y la voz de la savia y de las hojas respondería:
-Recuerdo la brisa haciendome cosquillas en las hojas. Recuerdo la sensación del agua trepando por el interior de mi, de la savia fresca. Recuerdo el rumor de las piedrecillas, el canto de los pajaros en mis ramas y de los animales pasando a mi alrededor, viviendo a mi alrededor. Y yo un gigante en el bosque.
La madera se agitaría por el recuerdo, estremeciendose.
-También recuerdo el ruido de los camiones de los hombres, de los pasos de las botas aplastando la hierba y de los motores poniendose en marcha. Recuerdo esquirlas de metal, unidas, perforandome el tronco, esparciendo trozos de mi por doquier, hasta seccionarme por la mitad. Y el vértigo, cuando mi copa cayó, cayó y se etrelló contra el suelo. Luego me quitaron las ramas y me arrancaron la corteza, y me apilaron junto con otros cadáveres para que al evaporarse el agua de mi tronco no me doblara y mi muerte hubiera sido en vano. Recuerdo la radial al cortarme en tablones, y las sierras al cortarme en trozos pequeños. Las lijas arrancandome los trozos rotos, astillados. El ensablado final. Y la caricia de la brocha empapada en barniz, que no es otra cosa que la sangre de otro árbol, diluida en un disolvente.
Quizás su interlocutor sentiría pena.
Quizás no.

3 comentarios:

  1. la marca de su tabaco por favor =)

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  2. no entiendo xD que es, que parece que me he fumao un petardo de los que no explotan, no? jajajajaa
    fumo...oregano. Con virutas de queso parmesano
    xDDD

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  3. buena opcion parmesano de argelia y oregano de jamaica? =)

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