sábado, 18 de abril de 2009

Film Noir 2

Si...comenzare desde el principio.
Hacia ya bastante tiempo que nadie venia a mi con un trabajo; estaba en numeros rojos, mi cartera olía a soledad y las ratas tenían miedo de salir del desvan del despacho.
Son tiempos duros, muñeca, no pongas esa cara.
El trabajo de detective es una de las cosas mas aburridas que existen, pero aprendes bastantes cosas acerca de la naturaleza humana. La primera, no confies en nadie. La segunda, ni en tu madre. Y lo que siempre te diran los viejos sabuesos es que nunca, bajo ningun concepto, confies en una chica guapa. Siempre traen problemas.
Pero es bastante mas facil decirlo que hacerlo.
Aquella tarde, hace una semana, estaba tan aburrido como siempre en mi despacho. No hay nada que hacer, salvo esperar llamadas, y cuando no se producen es bastante complicado sacudirse el aburrimiento.
Entonces llego ella.
Bianca llenaba la habitacion con solo entrar en ella. Nada mas cruzaba el umbral tenías que dejar lo que tuvieras entre manos, ya fuera una llamada, como estaba haciendo yo, o fuera incluso dar de comer a tu anciana abuelita. La unica forma de describir a Bianca era como...deslumbrante.
Nada mas entro por la puerta, me dije; ten cuidado con ella.
Se presento a si misma como Bianca Langshfore, la esposa de Emile Langshfore. Me tendio una mano enguantada con un diamante de casi dos centimetros, y me llamo de usted.
Estabamos metiendonos en terreno pantanoso. ¿Para que querría una señora como esa los servicios de un detective mugriento como yo, que apenas podia pagar a la casera? Si estaba allí era porque algo quería sacar de mi.
Me explicó que no podía afrontar el problema ella sola, que necesitaba mi ayuda. Que su marido tenía algo entre manos...y que ella no sabia que era.
Pobre, estupida Bianca.
Y pobre, estupido de mi. Debí haber desconfiado de esa pequeña zorra, de esa hermosa zorra, debí haberla echado de mi despacho a gritos. Debí haberlo hecho.
No lo hice.
La norma de desconfiar de las mujeres atractivas deberían grabarnoslas a fuego a los detectives y policias, ¿sabe? Deberían...¿sabe usted lo que es el perro de Pavlov? Si, usted es una chica lista. Pues deberían condicionarnos a todos a echar a patadas de nuestros despachos a las mujeres encantadoras. Malditas sean todas.
Me dijo que fuera al dia siguiente a su casa, que me pondria al corriente de todo. Y claro, su figura...no podia dejar de mirar su hermos figura, enguantada en el vestido blanco, con el abrigo de pieles colgando de su brazo.
Le dije que alli estaría.
Cuando se marchó fue casi como si su embrujo se hubiera evaporado. Me tire de los pelos, maldecí, e incluso pense en echarme atras. Pero, como ya te dije, muñeca, estaba en números rojos.
Sin embargo...antes tenía que enterarme de en donde me estaba metiendo.
Mis contactos en la calle me dijeron que la bella dama había nacido en una familia pobre, y se había labrado su camino hacia la cima atrayendo a un marido rico tras otro. Acerca del marido, el chofer de la casa me comentó, tras unas cuantas rondas de vodka, que el hombre estaba harto del pendón de su mujer, y que a veces los gritos se podían oir por toda la casa.
Era todo lo que necesitaba oir.
Decía ser una dama en apuros...¿lo era, o solo estaba fingiendo?
A la mañana siguiente me dirigí hacia su casa...

4 comentarios:

  1. esta historia pide a gritos un relato o novela :D

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  2. estoy intentando hacer un relato relativamente largo en plan por cachos...pero es que nunca estoy suficientemente inspirado para continuar jajajajaja
    pero me alegro de que te guste =)

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  3. bueno por si quisieras venderlo tienes que tener en cuenta que el precio es bastante menor si ya se ha publicado antes, incluyendo web, segun me ha contado reyes, si tu intencion es hacerlo, mejor pasa al papel, y me prestas las futuras partes jejeje

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  4. mmh!!!!
    interesante interesante...ya me contaras el jueves cosas de estas, que me...interesan mucho jejejeje
    info!

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