Puede que me equivoque.
Puede que me equivoque y que no haya visto nada.
Cuando me asomé por aquella ventana, vi algo que ojalá hubiera podido borrar de mi memoria.
En un sillón, con los brazos apoyados en el regazo, habia una señora haciendo punto. Sus dedos se movian con destreza, pero lo que de aquellas largas agujas surgía era a la vez espeluznante e hipnótico.
Eran unos calzoncillos, cubiertos con un motivo de pajaritos de color verde. Eran de lana.
Feliz veraneo
Hace 11 años