domingo, 2 de agosto de 2009

La razón de la sinrazón que sin razón me tiene

Las teclas de la maquina golpean secamente contra el papel, a traves de la fina tela empapada en tinta. Tinta que no suele secarse, salvo poco a poco, con el paso del tiempo, cuando a base de impactos se exprima la cinta.
Tiene cierto encanto especial, y no me refiero unicamente al placer de ver como la tinta se imprime en la pagina. Me refiero a esa musica, de percusión por supuesto, que envuelve al escriba mientras plasma sus ideas. Me refiero a ese olor a polvo viejo que se acumula en el mecanismo, ese olor que se mantiene incólume pese al tiempo que lleve este expuesto a la interperie, como las pastas de los libros antiguos.
Teclear y teclear y teclear.

2 comentarios:

  1. http://www.flickr.com/photos/superbomba/page74/

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  2. pobrecito... que de tanto teclear se le rompió la tecla del acento... XD

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